jueves, 26 de marzo de 2015

Potenciar la comunicación en el primer ciclo de Educación Infantil.

Tipo de lenguaje que el adulto emplea se adapta a las nuevas capacidades lingüísticas del niño.
Los adultos que están cercanos al niño desarrollan, de manera espontánea, todo en conjunto de conductas comunicativas de forma que facilitan su desarrollo comunicativa-lingüístico.
La compañía y el cariño de los otros es algo tan necesario para el desarrollo del niño como la alimentación.
Gorjear, mover las manos, hacer muecas, manifestar sorpresa, etc., son conductas elementales.
Los gorjeos y las sonrisas del pequeño, mientras el adulto le habla, provocar en éste un deseo de continuar hablándole, por cuanto le “atribuye” al niño un deseo de comunicar. Los intercambios con ocasión de la hora del baño, por ejemplo, o los juegos del tipo “cu-cu…tras”, que tienen la característica de ser repetitivos a la manera de pequeños rituales, funcionan, a estos efectos, como primeros diálogos entre madre e hijo y ayudan al niño a construir sus primeros esquemas de interacción social, contribuyendo también, poderosamente, a su construcción como persona. Los intercambios entre la madre y el niño o la niña se inician espontáneamente por ambas partes. Es importante señalar que los adultos que rodean al niño no son objetos pasivos o simplemente “jueces” de su desarrollo, sino que son compañeros activos en este proceso, en la medida en que planifican, guían, regulan y potencian las conductas del pequeño.
El bebé se ve desde muy temprano solicitado, “llamado”, a mantener una interacción con los suyos, especialmente con la madre, todo lo cual prepara el camino para una comunicación más plena y eficiente y para el posterior desarrollo del lenguaje.
La madre va esperando y otorgando un papel más activo del niño a través de juegos en los que se introduce, por ejemplo, el factor sorpresa –cómo esconderse y aparecer-, o a través del ritual de toma y dame en los juegos con los objetos, donde la madre acerca un objeto al niño, efectúa un pequeño ritual de presentación, lo nombra, hace el ademán de dárselo y luego lo retira, le habla sobre cualidades o cómo se utiliza, etc.
El habla que la madre dirige al niño, vemos que, en primer lugar, su estilo comunicativo es relajado, tranquilo y paciente, de manera que invita al pequeño a participar en la interacción, a que exprese sus intereses, adaptándose a ellos, dándole tiempo para acomodarse y asimilar la nueva información. Se utilizan frases cortas y completas, con pausas entres las frases cortas y completas, con numerosas repeticiones, cambios de entonación, etc. este estilo maternal de hablar es un importante sistema de apoyo a la adquisición del lenguaje.
La lectura de cuentos, que nos sirve además de introducción a una etapa más avanzada en la adquisición del lenguaje.
La madre da mucha información al niño utilizando numerosas frases descriptivas en las que se nombra y se explican las cualidades de los objetos.
Arantza Seijo

Andrea Fornos

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